Subida de impuestos.

La subida del I.V.A. y la de las tarifas eléctricas consiguieron llevar la inflación al nivel más alto en los últimos dos años. Los precios subieron un 2,3% de octubre del año pasado a este. El afán recaudatorio que muestran todas las administraciones, según parece, con el objetivo de  paliar del déficit público, puede llevarnos, si no hay transparencia, austeridad y honradez en los políticos que nos gobiernan, a un caos económico similar al de la Roma de Tiberio. Este emperador romano, al que Plinio el viejo llamó “el más triste de los hombres”, instauró la crueldad y el terror que continuaría Calígula, cruel, extravagante y perverso que quería tanto a su caballo que le convidaba a su mesa y le hacía beber vino en vasos de oro, mientras el pueblo romano pasaba hambre.

Pero Tiberio tuvo un momento de lucidez y dijo: “Si agotamos, por el lujo, el tesoro público, será preciso suplirle por medio del delito” y es que las rentas públicas deben gastarse con  raciocinio y austeridad, para no sobrecargar al pueblo  con nuevos tributos que financian sobornos, cohechos, corrupciones y prevaricaciones.