el cazurro ilustrado

07 noviembre 2010

3ó4 ó 304.


Tenía yo la impresión de que los miembros de la Real Academia de La lengua  Española se pasaban la vida pensando y  no se les ocurría nada, pero acabo de descubrir que  estaba muy equivocado. Se han hecho públicas, porque serán de obligado cumplimiento, unas nuevas  reglas ortográficas, que yo no aplicaré; unas por no llevar a error a los que me lean y otras por no acabar  con la tradición: no dejaré de tildar diacríticamente la “o” para no incurrir en el error en el que cayeron los funcionarios municipales del ayuntamiento de Palencia, cuando ya hace muchos años recibieron  una carta del  ministerio de la gobernación  en la que  se ofrecía a subvencionarles cuanto pidieran. Los empleados públicos  vieron la necesidad que tenía la ciudad de algunos semáforos y escribieron al ministro demandando 3 o 4. El ministro, muy solícito,  envió a la ciudad trescientos cuatro semáforos, y tuvieron los palentinos que inventar cruces para dar cabida a tanto semáforo, problema que se habría resuelto escribiendo 3 ó 4. Tampoco  llamaré “ye” a la y griega,  esto ya por una cuestión de costumbre, y quizás también de gusto, porque llamar “ye” a la  y griega, me  recuerda a aquel presentador de la televisión asturiana, el cual tenía un  programa  para enseñar Bable  a  los  asturianos;  en la última sección, dedicada al “Vocabulario”, decía: -En castellano “José”, en bable “Pepín”. Este individuo traducía libros del castellano al bable; encontrándose con la expresión “campos magnéticos” no tuvo ningún  rubor  en cambiarlo por “los praus c´atrapan”.