el cazurro ilustrado

11 junio 2010

Enseñanzas de los animales y Etología.

Si bien no se reconoce a la Etología como ciencia hasta finales del S.XIX y hasta principios del S.XX no comienza hablarse de “Psicología comparada” y no es hasta 1973 cuando recibe un reconociendo por parte de la comunidad científica, al conseguir el premio Nobel Honrad Lorenz, Kart R. Von Frisch y Niko Tinbergen por sus estudios sobre los comportamientos animales, no es menos cierto que en nuestra tradición cultural ha estado siempre presente el estudio comparado del comportamiento animal y humano.

Muchos autores mantuvieron que los animales nos enseñaron gran parte de las artes y ciencias. Os pongo aquí algunas de las conclusiones a las que llegaron sin saber que estaban haciendo Etología o Psicología comparada: De las abejas aprendimos la política; de las hormigas la economía. Las grullas nos mostraron la democracia, cuyo público cuidado se alterna entre todas. El milano enseñó el arte de navegar, los remos en sus alas, y el timón en la cola; la codorniz las velas. La araña el tejer; la golondrina el edificar; la cigüeña el enema; el hipopótamo la sangría; el elefante la cirugía. En los animales hallamos ejecutadas cuantas observaciones astronómicas nos dio el continuo desvelo de los hombres; los delfines, los ánades y los alciones nos pronostican los temporales

No necesita la Araña de Tejedor para tejer fu tela; ni la Golondrina de Arquitecto para fabricar su Palacio; ni el Toro de maestro de armas para aprender a manejar las suyas . Nacen con ellos las Artes: cada uno es Maestro y discípulo de sí propio y avergüenzan al hombre que es más Sabio: el que sabe más, sabe menos.

Nos enseñaron la Arquitectura las Abejas; la Música los Ruiseñores; la Escultura las Osas; la Plástica los Escarabajos; la Náutica los Cisnes; el flechar el Puerco espín; las Minas los Conejos; las Hierbas Medicinales los Animales enfermos.

La virtud de la celidonia para curar los ojos, nos enseña la golondrina, la cual busca esta hierba para curar los ojos enfermos y ciegos de sus hijuelos y la del hinojo, que sirve para lo mismo, aprendimos de las serpientes, que con ella curan los suyos. La medicina tan común de los enemas nos mostró la cigüeña, la cual sintiendo cargado su vientre, hinca el pico de agua salada y ésta le sirve de enema con que se purga. La sangría aprendimos del Hipopótamo, el cual sintiéndose enfermo, va a un cañaveral recién cortado y con la punta más aguda que halla, se sangra en una vena de la pata. Tiene también remedio para no desangrarse del todo, porque se va a revolcar en algún cenagal y el cieno que en la herida se le pega, le sirve de venda para detener la sangre. El cerdo, estando enfermo, va a la costa del mar a buscar un cangrejo para curar su enfermedad. La tortuga, cuando come alguna víbora, busca el orégano para despedir de si la ponzoña. Las cabras monteses de Candía comen la hierba del díctamo, para despedir de si la saeta del ballestero. El perro, cuando esta muy lleno de humor colérico, si no se cura, viene a rabiar; pero come una hierba que nace en los vallados; la cual le sirve como el ruibarbo, pues por ella despide por vomito cuanta cólera tiene. Y si recibe alguna herida, no tiene necesidad de mas emplasto que de su lengua, porque si con ella alcanza a lamerla, no ha menester más cirujano. La comadreja, herida en la pelea que tiene con los ratones, se cura con la ruda; los jabalíes con la hiedra; el oso, hallándose enfermo por haber comido una hierba ponzoñosa, que se llama mandrágora, se cura comiendo hormigas.. Y no es menos dañoso, ni fiero el león pardo, el cual tiene por medicina el estiércol humano. Más limpia medicina es la de las perdices, grajas y palomas torcaces, que se curan comiendo las hojas de laurel.

Todo esto lo encontramos en los libros de medicina desde que lo escribió Plinio en el libro octavo de su “Historia Natural” hasta el siglo XIX.

De los perros, dice San Alberto Magno, que cuando sienten en si lombrices, se curan comiendo el trigo en verza. Y el mismo dice que la cigüeña, sintiéndose herida, se pone orégano en la llaga y así sana.