el cazurro ilustrado

15 enero 2010

Discusiones entre filósofos.


El cura de una aldea de la montaña, cansado ya de los pocos divertimentos disponibles, crío dos perros; a uno le llamó Aristóteles y a otro Descartes. Fomentó en ellos una competitividad tan exaltada que se tenían odio eterno, de manera que cuando Aristóteles veía a Descartes se tiraba a él y Descartes le enseñaba los dientes a Aristóteles. Cuando el cura quería pasar un rato divertido llamaba a Aristóteles y a Descartes. Ponía a uno a la derecha y a otro a la izquierda. Entonces el cura procuraba con un largo razonamiento persuadir a Aristóteles que hiciese las paces con Descartes, pero Aristóteles daba tales aullidos y se ponía tan furioso, que se conocía claramente que no quería más que guerra y disputa. Hablaba después el cura a Descartes y también le encontraba terco. Entonces les reñía y les aconsejaba que a ver si disputando un rato eran capaces de llegar a un acuerdo, pero se formaba un guirigay inaguantable y se tiraban a morder uno a otro. En ese momento el cura los separaba y decía a la concurrencia, (todo el pueblo había acudido al oír el alboroto) que aquello era una imagen fiel de las disputas de los filósofos.(y de los teólogos).