el cazurro ilustrado

05 enero 2010

Curiosas fobias.


En otro post conté en qué consistía la ofidiofobia, ese terror a las serpientes tan extendido en la especie humana. Os cuento hoy algunas de las fobias más curiosas que han sufrido algunos personajes históricos y que, probablemente, responden a los mismos mecanismos de aprendizaje que cualquier fobia.
Enrique II, (1519 – 1559) rey de Francia, no podía quedarse solo en un cuarto donde hubiese un gato.
El duque de Epernon (1554-1642), llamado « medio rey » se desmayaba al ver una liebre.
Ladislao II, (1350-1434), rey de Polonia se alteraba todo y echaba a correr con solo ver una manzana.
El olor del pescado daba calentura a Erasmo(1466-1536), humanista, filósofo y teólogo holandés.
Los berros hacían estremecer a Scaliger (1540 - 1609), médico, filósofo, botánico y humanista.
A Ticho brache (1546-1601), considerado el más grande observador del cielo en el período anterior a la invención del telescopio, le temblaban las piernas si se encontraba a una liebre o a una zorra.
Boyle (1627 - 1691) uno de los padres de la Química moderna, se ponía convulso al oír el ruido que sale por la espita de una tinaja.
La Mothe le Vayer (1588 -1672), filósofo escéptico francés, no podía sufrir el sonido de ningún instrumento y le gustaba mucho el de los truenos.
Maria de Médicis (1575-1642), esposa de Enrique IV de Francia y regente de Luís XIII no podía ver las rosas, ni aún pintadas.

Etiquetas: