¿Huevos egoístas?
Entrada ya la primavera, se disponen los animales que han logrado sobrevivir al crudo invierno a perpetuar su especie. En un entorno hostil, se dan las dos circunstancias que probabilizan su supervivencia: tienen (los que pueden) altas tasas de natalidad y altas tasas de mortalidad; así, los individuos que logran sobrevivir, además de ser los mejor dotados biológica y comportamentalmente, son, sin duda, los más afortunados ante las cuestiones más azarosas de las contingencias de la vida. Por ejemplo, sólo el 40% de los nidos del mirlo llegan a buen término durante la primavera. Sólo el 25% de las crías que logran sobrevivir, viven hasta noviembre. Sólo la mitad de los mirlos vivos de un año logran sobrevivir hasta el próximo año. El mirlo más afortunado podrá sobrevivir hasta los 14 años. Ayer encontré este nido de mirlo, con tres huevos, a los que intentaré hacer un seguimiento para contaros si logran hacer mirlos para que éstos vuelvan a hacer más huevos o si, por el contrario un contingente lagarto, milano, azor, zorro o humano, malogra la mecánica cadena urdida por los egoístas genes.