Jornada de reflexión.
En la superflua “jornada de reflexión” y después de una campaña electoral en la que probablemente hubo de todo, incluidas injurias y calumnias, desde el conjunto de los vértices del polígono político y un atentado salvaje cometido por la abominable ETA, no estaría de más olvidar cuanto de reprobable se dijo. Si las injurias salen de las entrañas, su perdón puede salir también de las vísceras y siempre es más seguro perdonarlas que no vengarlas. Más útil y práctico es para los políticos que sean queridos por su clemencia que no temidos por su soberbia, porque, como decía Platón, “el hombre que es temido de muchos, a muchos ha de temer él también ”; igualmente, deben comprender los políticos que pueden hacer más daño a los ciudadanos con el mal ejemplo que dan, que no con los errores que cometen. Respecto al atentado, ya decía Plutarco que “ no llaman a uno tirano por la ropa que viste, sino por las crueldades que hace”.