Desarrollo sostenible y tracción animal.
La tracción animal ha sido durante mucho tiempo una energía renovable, sostenible y respetuosa con los recursos naturales y el medio ambiente. Se ha utilizado para la labranza, el tiro, la carga y el transporte, por su bajo coste y por su mayor eficiencia que las máquinas de combustión en términos de conversión de la energía empleada frente al trabajo realizado, además de no consumir combustibles fósiles.
De ser cierta la preocupación por el desarrollo sostenible, deberían las distintas administraciones considerar un decidido apoyo a su uso. Si así se hiciera, lograríamos una reducción considerable de emisión de gases a la atmosfera, enriqueceríamos el suelo con el estiércol producido por ellos mismos y, de rebote, al aumentar la población de burros, mulas, caballos, vacas y bueyes, se fomentaría el cultivo de avena, alfalfa y cebada para su alimentación, favoreciendo la rotación de cultivos. Surgirían nuevas industrias: herrerías para cubrir las necesidades de los cascos y pezuñas de los animales; fábricas y talleres de arreos, arneses, yugos, cornales, sobeos y otros aparejos y se potenciarían las clínicas veterinarias ya que la buena salud de los animales necesitaría de sus servicios. Así pues, aunque suene a cuento de la lechera, la tracción animal puede desempeñar un papel fundamental como recurso de energía ecológico y sostenible para mejorar nuestra calidad de vida.
De ser cierta la preocupación por el desarrollo sostenible, deberían las distintas administraciones considerar un decidido apoyo a su uso. Si así se hiciera, lograríamos una reducción considerable de emisión de gases a la atmosfera, enriqueceríamos el suelo con el estiércol producido por ellos mismos y, de rebote, al aumentar la población de burros, mulas, caballos, vacas y bueyes, se fomentaría el cultivo de avena, alfalfa y cebada para su alimentación, favoreciendo la rotación de cultivos. Surgirían nuevas industrias: herrerías para cubrir las necesidades de los cascos y pezuñas de los animales; fábricas y talleres de arreos, arneses, yugos, cornales, sobeos y otros aparejos y se potenciarían las clínicas veterinarias ya que la buena salud de los animales necesitaría de sus servicios. Así pues, aunque suene a cuento de la lechera, la tracción animal puede desempeñar un papel fundamental como recurso de energía ecológico y sostenible para mejorar nuestra calidad de vida.
Etiquetas: desarrollo sostenible, tracción animal.