La patrona de los imposibles y sus imitadores.
Tan imposible es que un ayuntamiento tenga sus cuentas saneadas; que no haya cohechos, prevaricaciones y pelotazos urbanísticos; que desaparezcan los enchufismos y los nombramientos digitales, como que oigamos sin sonrojo discursos que prometen verdades y para hacer posteriormente falsedades. También es tan imposible que no exista candidato a la poltrona municipal ni paella con la que convencer al indeciso en período electoral como que no mienta algo quien habla mucho. Por eso, en este 22 de mayo se celebra la fiesta de Santa Rita, patrona de los imposibles y del Ayuntamiento de León. Quizás le venga su patronazgo porque, para empezar, nació de unos padres en teoría estériles, luego fue obligada a casarse con un marido maltratador del que tuvo dos hijos que imitaron el modelo de su padre y muertos los tres ingresó en un convento, donde hizo florecer un rosal y dar higos a una higuera fuera de temporada. Además para que su recuerdo perdure, esta noche, es posible y probable que vierta sobre los campos su terrible helada que “nada da y todo lo quita”, al igual que muchos candidatos después del día 27, una vez que hayan accedido a su cargo.