Más preguntas y respuestas.
Cuenta Diogenes Laercio que los griegos no dejaban que ningún filósofo extranjero leyese en la academia sin que antes fuese examinado sobre filosofía natural y moral. A un filósofo tebano que quería quedarse en Atenas le hicieron estas preguntas y éstas fueron sus respuestas:
- ¿Cuál es la causa de que una mujer sea mala, aunque la naturaleza la haya provisto de vergüenza?.
Respondió el tebano: “La mujer no es mala sino porque le sobra soltura y le falta vergüenza.”
-¿Por qué se pierden los mozos?.
Respuesta: “Los mancebos no se pierden sino porque les sobra tiempo para hacer mal y les faltan maestros que los constriñan a bien.”
-¿Por qué los hombres prudentes se engañan como se engañan los simples?
Respuesta: “El sabio nunca se engaña si no es de hombre que tiene las palabras buenas y por otra parte tiene las intenciones malas.”
-¿Cuál es el hombre de quien más se debe guardar el hombre?
Respuesta: “No hay en los hombres peor enemigo que aquél que ve en ti lo que él esperaba para sí.”
-¿Por qué muchos príncipes comienzan bien y acaban mal?
Respuesta: “ Los príncipes comienzan bien, porque su natural es bueno; y acaban mal, porque no hay quien les vaya a la mano.”
-¿Por qué los príncipes hacen tan grandes desafueros?.
Respuesta: “Porque sobra quien les ofenda con lisonjas y falta quien los sirva con verdades.”
-¿Por qué los hombres antiguos fueron tan sabios y por contrario los hombres de ahora son tan simples?
Respuesta: “Porque los antiguos no procuraban sino saber y los presentes no trabajan sino por tener.”
-¿Por qué en las casas de los príncipes y grandes señores se crían tantos viciosos?.
Respuesta: “Porque les sobra el regalo y les falta el consejo.”
-¿Por qué los más de los hombres viven desasosegados y muy pocos viven quietos?
Respuesta: “No hay hombre desasosegado sino el que muere por lo ajeno y tiene en poco lo suyo.”
- ¿En qué se conoce que la república está perdida?
Respuesta: “No hay república perdida sino en la que los mozos son livianos y los viejos son viciosos.”
- ¿Con qué se sustenta la república?
Respuesta: “No puede perecer la república en la cual hay justicia para los pobres, castigo para los tiranos, peso y medida en los mantenimientos y, sobre todo, si hay mucha disciplina en los mozos y poca codicia en los viejos.”
- ¿Cuál es la causa de que una mujer sea mala, aunque la naturaleza la haya provisto de vergüenza?.
Respondió el tebano: “La mujer no es mala sino porque le sobra soltura y le falta vergüenza.”
-¿Por qué se pierden los mozos?.
Respuesta: “Los mancebos no se pierden sino porque les sobra tiempo para hacer mal y les faltan maestros que los constriñan a bien.”
-¿Por qué los hombres prudentes se engañan como se engañan los simples?
Respuesta: “El sabio nunca se engaña si no es de hombre que tiene las palabras buenas y por otra parte tiene las intenciones malas.”
-¿Cuál es el hombre de quien más se debe guardar el hombre?
Respuesta: “No hay en los hombres peor enemigo que aquél que ve en ti lo que él esperaba para sí.”
-¿Por qué muchos príncipes comienzan bien y acaban mal?
Respuesta: “ Los príncipes comienzan bien, porque su natural es bueno; y acaban mal, porque no hay quien les vaya a la mano.”
-¿Por qué los príncipes hacen tan grandes desafueros?.
Respuesta: “Porque sobra quien les ofenda con lisonjas y falta quien los sirva con verdades.”
-¿Por qué los hombres antiguos fueron tan sabios y por contrario los hombres de ahora son tan simples?
Respuesta: “Porque los antiguos no procuraban sino saber y los presentes no trabajan sino por tener.”
-¿Por qué en las casas de los príncipes y grandes señores se crían tantos viciosos?.
Respuesta: “Porque les sobra el regalo y les falta el consejo.”
-¿Por qué los más de los hombres viven desasosegados y muy pocos viven quietos?
Respuesta: “No hay hombre desasosegado sino el que muere por lo ajeno y tiene en poco lo suyo.”
- ¿En qué se conoce que la república está perdida?
Respuesta: “No hay república perdida sino en la que los mozos son livianos y los viejos son viciosos.”
- ¿Con qué se sustenta la república?
Respuesta: “No puede perecer la república en la cual hay justicia para los pobres, castigo para los tiranos, peso y medida en los mantenimientos y, sobre todo, si hay mucha disciplina en los mozos y poca codicia en los viejos.”