Consejos antiguos para enamorados posmodernos.
Lamia fue una mujer griega que vivió en el reinado de Demetrio (294 a.C. – 288 a.C) a la que las crónicas alaban por ser hermosa, alta, con grandes pechos, con cintura de avispa, con largas manos, hábil en el canto, refinada vistiendo, de mirada amorosa, discreta en el amar y muy cauta en el pedir. Dominó tan bien las artes amatorias que una vez que algún hombre quedaba prendado de ella ya nunca era capaz de librarse de sus encantos.
Dijo Lamia que no hay cosa que más guste a una mujer que ver a un hombre de corazón penar por ella, porque de querer amar los hombres de burla vienen después a quedarse burlados. Aseguró que lo que más aborrece una mujer es a un hombre que se alaba de lo que no hace y que no cumple lo que promete. Contó que una mujer ama mucho más a un hombre cuando ve que es discreto en lo que dice y secreto en lo que hace. Anunció que era imposible un buen matrimonio cuando la mujer tenía necesidad y el marido necedad. Manifestó que el enamoramiento se rompía por ser el enamorado derramado en el amar y la enamorada muy importuna en el pedir. Matizó que lo que más atormenta al corazón del hombre enamorado es el no poder alcanzar lo que desea y pensar que ha de perder lo que goza y concluyó diciendo que lo que más entristece a una mujer es que la llamen fea y desgraciada y que la tomen por mala. Mañana, ya víspera del día de los enamorados, os contaré más consejos.
Dijo Lamia que no hay cosa que más guste a una mujer que ver a un hombre de corazón penar por ella, porque de querer amar los hombres de burla vienen después a quedarse burlados. Aseguró que lo que más aborrece una mujer es a un hombre que se alaba de lo que no hace y que no cumple lo que promete. Contó que una mujer ama mucho más a un hombre cuando ve que es discreto en lo que dice y secreto en lo que hace. Anunció que era imposible un buen matrimonio cuando la mujer tenía necesidad y el marido necedad. Manifestó que el enamoramiento se rompía por ser el enamorado derramado en el amar y la enamorada muy importuna en el pedir. Matizó que lo que más atormenta al corazón del hombre enamorado es el no poder alcanzar lo que desea y pensar que ha de perder lo que goza y concluyó diciendo que lo que más entristece a una mujer es que la llamen fea y desgraciada y que la tomen por mala. Mañana, ya víspera del día de los enamorados, os contaré más consejos.