el cazurro ilustrado

27 septiembre 2006

De la cambiante fortuna.

Desde tiempo antiguo se sabe que la fortuna es más incierta en unos asuntos que en otros. Algunos pensaban el mayor riesgo se corría en el matrimonio, ya que en muchas cosas podría haber engaño: o la mujer salía loca, o disoluta o mañanera o los familiares muy pesados o la dote incierta o con muchos enfados. Otros pensaban y así lo decían que la mayor incertidumbre de la fortuna se hallaba en la guerra, porque los hombres hacen las batallas y la fortuna da las victorias. Hubo quien colocó la inconstancia de la fortuna en los consejeros y asesores de los políticos porque tardaban muchos años en ganar la confianza y bastaba un soplo para derribarlos. Varios supusieron que la fortuna era menos previsible navegando por el mar, porque si se le antoja llevará por delante todo lo que pille.
Otras muchas situaciones habrá en las que la fortuna cambie de parecer; aún así, la gente se casa, sigue habiendo guerras, asesores de políticos y el mar está lleno de navegantes. Entonces, "injustamente del mar se queja, el que dos veces se embarca" y "un segundo matrimonio es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia".