el cazurro ilustrado

01 mayo 2006

Simios y extraterrestres.


Ya en otra entrada de este blog se hablaba de la similitud entre el “Proyecto Gran simio” y el “Jainismo”. Se vuelve a reivindicar para los grandes simios ( chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas) el derecho a la vida, la protección de la libertad individual y la prohibición de la tortura (incluidas prácticas como la doma, los espectáculos circenses o los experimentos biomédicos).
Como hoy es uno de mayo, día internacional de los trabajadores y llevando al extremo las reivindicaciones del “PGS”, podrían exigirse también los derechos laborales, pongamos por caso, de los perros policía, las vacas lecheras, los burros de carga o de los caballos en el hipódromo. Deberían tener un “convenio colectivo” en el que se contemplaran las vacaciones, los periodos de descanso, el subsidio de desempleo y la jubilación. No intento ridiculizar el proyecto, ni estoy a favor del maltrato a los animales, pero entiendo que, por mucho genoma que compartamos con los grandes simios, al antropoformizarles les vaciamos de forma, función y contenido real para convertirlos en “espectros” humanos.
Otro proyecto está en marcha. Unos lo llaman “Ozma”, otros “SETI” y otros “Arecibo”; denomínese como se quiera, el caso es que se busca en el espacio vida inteligente y por si acaso la hay y no es lo suficientemente inteligente como para descifrar nuestro ADN, se envían muestras para ahorrarles ese trabajo.
Puestos a hacer ciencia-ficción, recuerdo a Ray Bradbury, cuando decía que Adán sólo no pecó, si añadimos a Eva ya añadimos la tentación. Añadimos un segundo hombre y ya es posible el adulterio. Con la adición del sexo y de otros seres humanos, se añade el pecado. Si los hombres no tuvieran brazos, no podrían estrangular a nadie con los dedos. No existiría entonces el pecado de asesinato. Añadimos manos y aparece la posibilidad de una nueva violencia. Las amebas no pecan. Se reproducen por división celular. No desean a la mujer del prójimo, ni se matan entre si. Añadimos sexo, piernas y brazos y tendremos crímenes y adulterios. Añadamos o saquemos un brazo y una pierna a una persona y añadiremos o suprimiremos un mal posible. Si en Marte hay cinco nuevos sentidos, órganos, miembros invisibles que no podemos imaginar, ¿no habrá entonces cinco nuevos pecados?.
Parece que a los humanos no nos gusta lo que somos y tenemos que buscar en los simios o en los extraterrestres una identidad que, primero hay que inventar y luego defender.