A vueltas con la prostitución
Legalizar o no la prostitución es tema de debate estos días. Argumentos potentes hay en cada una de las posiciones, pero sería aconsejable que nadie se engañase ni engañara a otros, manifestando la posibilidad de acabar con ella. Ninguna ley abolirá la prostitución; la colocará a su margen, permitiendo situaciones muchas veces de violencia y sin las mínimas condiciones higiénicas o de salud; sin condiciones laborales de ningún tipo, produciendo un importante flujo de dinero negro en manos de mafias organizadas que generarán más problemas de delincuencia y de inseguridad ciudadana. O regulará su práctica, favoreciendo el acceso de estas personas a la reinserción y la educación para, de este modo, conseguir un correcto trabajo de normalización social. O intentar "sacar" a quien no quiera estar en ese mundo. O, al menos, ayudarle en los aspectos de su vida que puedan verse afectados por la práctica de su profesión, si ha sido elegida libremente. Aconsejo al lector que visite La mujer esclava de René Chaughi y La mujer pública de Paul Robin y tendrá puntos de vista muy enriquecedores.