Verás que todo es igual.
“Trae a tu mente como ejemplo los tiempos de
Vespasiano. Verás que todo es igual. Gente que se casa y cría niños, que
enferma y muere, que hace la guerra y fiestas, que se desplaza y cultiva su
tierra, que adula y es arrogante, que sospecha y conspira, que desea la muerte
de alguien y refunfuña por su presente; gente que se enamora, que atesora, que
anhela el consulado y el imperio. Desde
luego que la vida de esa gente ya no está en ningún sitio. Vuélvete ahora a los
tiempos de Trajano. De nuevo todo es
igual. Esa vida ha muerto. De la misma forma estudia y considera los restantes
registros de tiempos y pueblos en su conjunto, cuántos tras esforzarse con vehemencia
tras poco tiempo cayeron y se descompusieron en sus elementos. Sobre todo hay
que acordarse una y otra vez de aquellos que tú mismo conociste que se
convulsionaban vanamente y declinaban actuar según su propia constitución,
agarrarse a ella con fuerza y conformarse.
Es necesario recordar así que la atención a cada acción tiene su propio valor y
compensación. Así no desesperarás si no te implicas en asuntos menores más de
lo que convendría.”
Marco
Aurelio: “Meditaciones”