San Antón, patrono de los animales.
El 17 de enero, se celebra San Antonio Abad, o San Antón, patrono de los
animales, porque según cuenta la leyenda, en una ocasión se le acercó
una jabalina con sus jabatos ciegos, en actitud de súplica.
San Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no
se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. En algunas
iglesias, los feligreses llevan a sus mascotas para recibir las bendiciones del
santo a fin de que les colme de salud y de larga vida. En tiempos pasados se
los encomendábamos para que dieran más leche, pusieran más huevos,
no se los comiera el lobo, o mejoraran de una patera o un carbunco y hoy
ponen bajo su protección las múltiples y diversas mascotas
para que dejen de hacer pis en la alfombra o para que mejoren de la
operación de vesícula o para que no se despierten en la noche con
los ronquidos de su dueño. Tanto han cambiado las relaciones de los humanos con
los animales, que si nuestros abuelos levantaran la cabeza, dirían lo
que aquel censor romano, cuando fue a visitar a la mujer de un amigo
suyo, que estaba recién parida y se la encontró dando de
mamar a un perrito; entonces se dirigió al Senado y dijo a los representantes
del pueblo que grandes males habían de venir sobre Roma
porque había visto un prodigio: una mujer romana negaba la leche a
sus hijos y dejaba sus pechos para que mamaran los perros.