Año nuevo, augurios, vaticinios y profetas.
año, montones de adivinos,
futurólogos, agoreros, visionarios, quiromantes, astrólogos y
expertos en el arte de engañar a incautos preparan un arsenal
de profecías, augurios, premoniciones, oráculos y
vaticinios sobre lo que ocurrirá en el 2018. Serán tantos los pronósticos que
cubrirán todas las posibilidades, con lo que
el acierto está asegurado, de la misma manera que están cubiertas
todas las probabilidades de error.
Tengo recopiladas varias adivinaciones de un profeta,
pariente mio, que vivió en Valverde de
Curueño, en los años 50 del siglo pasado. Auguró que los hombres pisarían la luna; vaticinó
que llegarían tiempos en que los hombres, acosados por las mujeres, tendrían
que subirse a las copas de los árboles; aseguró que vendrían
momentos en que el hambre nos haría comer hasta los “pegamanos” (
frutos pegajosos de una enredadera –que recogeríamos echando
mantas por las praderas donde se crían-) y, la última
que he recogido, dice que llegarán tiempos en que sólo sabremos del
cambio de las estaciones por la caída de las hojas de los
árboles. El caso es que un paisano, poco crédulo, para tomarle el pelo, le interrogó por el futuro de su familia. El
profeta le contestó: - todos están bien,
sobretodo tu padre. Creyó el paisano haberle pillado
en un error y le dijo: - mi padre
lleva diez años muerto. A lo que el profeta, sin inmutarse,
contestó: -Tu no tienes ni idea de quien
es tu verdadero padre.