el cazurro ilustrado

16 diciembre 2017

El azaroso destino de las predicciones.

Cada vez que  oigáis  al ministro de Guindos o  a cualquier economista  o político hacer previsiones sobre el futuro, pensad que tienen tanto valor como si leyerais el horóscopo en la sección de pasatiempos de un periódico. En un  estudio, Philip Tetlock, profesor de psicología de universidad de Pensilvania  invitó a cerca de trescientos investigadores y expertos a realizar predicciones acerca de asuntos económicos y políticos; tras recoger 85.000 predicciones en total, Tetlock demostró que los expertos se equivocaron  más que si simplemente hubieran respondido al azar. Si hubiésemos puesto a un simio a pulsar botones con las posibles opciones, los monos habrían acertado más que los expertos que estudian estos  asuntos y se ganan la vida con sus análisis. Así pues, parafraseando a Churchill, podemos decir que los políticos y los economistas son capaces de predecir lo que va  a pasar mañana, el mes próximo y el año  que viene  y de explicar después por qué no ha ocurrido.