Pacientes y perseverantes ante cualquier adversidad en 2018.
Larga, dura y difícil es una travesía por el desierto de
Sahara o del Kalahari; o la aventura a través de un océano embravecido; o la
lucha contra una enfermedad desconocida para la que la medicina solamente tiene
cuidados paliativos; o una huelga indefinida para luchar por los derechos de
los trabajadores, pisoteados con la disculpa de la crisis; o la lectura del
“Ulises” de J. Joyce; o una campaña
electoral en la que las encuestas den un empate técnico; o la noche para una trabajadora del sexo en
Tailandia o en la Casa de Campo madrileña; o la vida de un burro de carga hace
años en la comarca de las Arrimadas o, finalmente, también es dura, larga y
difícil la lucha entre Rajoy y Puigdemont para ver quien es más cabezón.
Si las cosas fueran cortas, blandas y fáciles, o pequeñas,
flojas y cómodas, quizás la existencia sería monótona y aburrida. Cuando a una
mujer le preguntaron que cómo le gustaban las cosas, si largas y delgadas o
cortas y gordas, rápidamente contestó que prefería los términos medios, es
decir, largas y gordas. Si los asuntos de la vida son largos, duros y difíciles
es para entrenarnos a ser generosos, espléndidos, pacientes y perseverantes.
Así deseo que seáis y os sintáis en el “largo”, “duro” y “difícil” 2018 que
vamos a iniciar.