el cazurro ilustrado

27 diciembre 2017

Intuición y previsión del tiempo en el mundo rural.


En esta  sociedad  posmoderna   existe la progresiva creencia en el control y previsión de casi todo a través de la ciencia y la tecnología. Las gentes no necesitan de cogniciones mágicas ni sobrenaturales para controlar el caos, el desorden o las situaciones de incertidumbre de la naturaleza, ya que el medio ambiente donde el hombre lucha por su supervivencia, no es ya la misma naturaleza , sino su sistema cultural y social dominado por los procesos tecnológicos y por el conocimiento. Sin embargo, la intuición rural se observa claramente en ciertos procesos de conocimiento, como los climatológicos. La predicción se realiza mediante la asociación experimentada previamente de percepciones que no se relacionan lógicamente. Se trata de un proceso intuitivo. Esta intuición tiene gran valor para el conocimiento y adaptación al medio. La ciencia ha tardado en demostrar que, efectivamente, hay algo más que magia o adivinación. Como dice Lévi-Strauss, “siglos de observación activa y metódica, de hipótesis atrevidas y controladas, y también de experimentación; los métodos no son distantes a los científicos". De lo que se trata, siempre y en todos los casos, es de reducir el margen de incertidumbre representado por determinados hechos de ocurrencia contingente o eventual, pero temporalmente indeterminada, ya que sus técnicas funcionan tanto para acontecimientos de los que no estan muy seguros de si habrán , o no, de ocurrir, como para acontecimientos de los que estan seguros que ocurrirán  pero no saben cuando lo harán.
Su conocimiento es, ante todo, una concepción estratégica, basada en la experiencia previa, acerca de los mejores métodos y procedimientos que han ido creando y ensayando para obtener los datos, descubrir las fórmulas, elaborar las hipótesis, verificar teorías y crear sus propias obras. Así concluyen que para este  2018 que va a entrar , teniendo en cuenta lo ocurrido en años anteriores: “ Si el grajo vuela bajo hace un frío del carajo”; “ Una nevada en enero, una helada en febrero, los aires de marzo y las aguacillas de abril valen más que el carro de oro del rey David” y que “sol madrugador y cura callejero, ni el sol calentará ni el cura será bueno”.