Hechos y creencias sobre la salud (comporta)mental.
La revista Clinical Psychology Review publica un artículo
del profesor de Psicología de la
Universidad de Wyoming (EE.UU.), Brett J. Deacon, titulado “The biomedical
model of mental disorder: A critical analysis of its validity, utility, and
effects on psychotherapy research” en el que pone de manifiesto:
Creencia 1: Los
trastornos mentales son enfermedades cerebrales causadas por el desequilibrio
de los neurotransmisores, anormalidades genéticas y defectos en la estructura y
funciones del cerebro.
Hecho: Los
científicos no han identificado una causa biológica, ni siquiera un marcador
biológico inequívoco, de ninguno de los trastornos mentales.
Creencia 2: La
medicación psicotrópica funciona mediante el reajuste de los desequilibrios en
los neurotransmisores responsables de la enfermedad mental.
Hecho: No existe
evidencia concluyente de que los trastornos mentales sean causados por un
desequilibrio químico, o de que los fármacos funcionen corrigiendo dichos
desequilibrios.
Creencia 3: Los
avances en neurociencia han dado paso a una nueva era de fármacos más eficaces
y seguros.
Hecho: Los fármacos
psiquiátricos modernos no son, a grandes rasgos, ni más seguros ni más eficaces
que los descubiertos casualmente hace medio siglo.
Creencia 4: La
psiquiatría biológica ha hecho grandes progresos para la reducción de la carga
de las enfermedades mentales en el mundo.
Hecho: Los trastornos
mentales se han vuelto más crónicos y graves, y el número de personas con
discapacidad asociada a sus síntomas ha aumentado de manera constante en las
últimas décadas.
Creencia 5: Educar
a la sociedad sobre la idea de que los trastornos mentales tienen su origen en
causas biológicas reduce el estigma asociado a la enfermedad mental.
Hecho: A pesar de que
la sociedad ha aceptado ampliamente la idea de que los trastornos mentales
tienen un origen y tratamiento biológico, los problemas de estigmatización no
han mejorado e, incluso, se están agravando.
Creencia 6: Una
mayor inversión en investigación en el campo de las neurociencias permitirá
desarrollar tests diagnósticos basados en componentes biológicos y
tratamientos farmacológicos curativos (no sólo paliativos).
Hecho: La industria
farmacéutica ha reducido drásticamente sus esfuerzos en desarrollar nuevos
fármacos, debido a la falta de dianas moleculares prometedoras capaces de
incidir sobre los trastornos mentales y al fracaso constante de los nuevos
compuestos en demostrar su superioridad frente al placebo.
Así que cuando te
aconsejen tomar medicación para cualquier “ trastorno mental o
comporta-mental ” piénsatelo un par de veces antes de seguir tal consejo.