Animales y humanos.
Así, algunos autores de la antigüedad vieron en el murciélago a los que por causa del mucho estudio se han tornado macilentos, flacos y amarillos; también sirvió como modelo de los malos pagadores, que por temor de los acreedores, se esconden por el día y salen por la noche. Pero sin duda a quien mejor representa el murciélago es a los filósofos y científicos necios que, en esta era posmoderna, pretendiendo alcanzar los más escondidos secretos de la naturaleza, alcanzan solamente mentiras, porque de la misma manera que este animal no puede, por la debilidad de sus ojos, ver con claridad la luz, tampoco los pseudofilósofos y paracientíficos pueden alcanzar, a causa de su escasa formación e ingenio, la verdad de lo que pretenden. Por decirlo brevemente: ante de racionalidad de abandonar la creencia en Dios, han caído en la necedad de creer en cualquier cosa.

