Primera cura total del cáncer de mama.
El diecinueve de octubre se celebró el día mundial contra el cáncer de mama. La Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) insiste en que: "un diagnóstico precoz es hoy el mejor camino para conseguir una disminución significativa de las peores consecuencias de una enfermedad tan agresiva".
Cuenta Herodoto que Darío, rey de Persia, al apearse del caballo, se dislocó un tobillo. Llamó a los médicos de Egipto, que tenían fama de ser los mejores del mundo, pero con sus remedios le dejaron peor de lo que estaba. Después de siete días sin poder dormir a causa del dolor, se enteró de que había un médico de gran habilidad que le podía curar. Llama a su presencia a Democedes, esclavo de Oretes y tras diversas amenazas le aplica fomentos suaves, logrando que el rey recobrara el sueño y en poco tiempo estuvo el tobillo totalmente curado.
Las esposas del rey Darío le colmaron de regalos y el mismo rey le hizo su consejero.
Poco después a Atosa, mujer favorita de Darío, se le formó un tumor el en pecho. Mientras fue pequeño, la princesa lo ocultó sin decir nada, pero fue creciendo hasta que se convirtió en una llaga y entonces recurrió a Democedes. El médico le aseguró que la curaría a condición de que ella le hiciera un favor que quería pedirle, asegurándole que no pediría nada vergonzoso. No sabemos cómo , aunque si sabemos que no uso ni quimioterapia, ni radioterapia y es posible que tampoco cirugía mutilante ya que, una vez curada, estando en la cama con Darío, se dispuso a convencerle para que atacara a los griegos, favor que le había pedido Democedes para poder volver a su tierra.
Así pues, fue Democedes el primer médico que curó un cáncer de mama y no está de más recordarle en estos días, en los que no se habla más que de las seis mil mujeres que mueren cada día de este cáncer y se nos olvida hablar de los millones de mujeres que sobreviven al cáncer y a otras condiciones, al menos tan agresivas y adversas como el cáncer.