Superstición y estupidez.
" ¡He aquí la excelente estupidez del mundo; que,
cuando nos hallamos a mal con la Fortuna, lo cual acontece con frecuencia por
nuestra propia falta, hacemos culpables de nuestras desgracias al sol, a la
luna y a las estrellas; como si fuésemos villanos por necesidad, locos por
compulsión celeste; pícaros, ladrones y traidores por el predominio de las
esferas; beodos, embusteros y adúlteros por la obediencia forzosa al influjo
planetario, y como si siempre que somos malvados fuese por empeño de la
voluntad divina! ¡Admirable subterfugio del hombre putañero, cargar a cuenta de
un astro su caprina condición! Mi padre se unió con mi madre bajo la cola del
Dragón y la Osa Mayor presidió mi nacimiento; de lo que se sigue que yo sea
taimado y lujurioso. ¡Bah! Hubiera sido lo que soy, aunque la estrella más
virginal hubiese parpadeado en el firmamento cuando me bastardearon. "
William
Shakespeare. “El rey Lear”