¡Cuidado con lo que ves! (terminarás haciéndolo)
Tespis, dramaturgo griego ( en la actualidad sería un gran guionista), ganador del primer concurso de tragedias durante las “Dionisias”
de Atenas, celebradas entre el 536 adc y el 533 adc (similar a los “Oscars”).
Introdujo varias innovaciones en el modo de representar las tragedias clásicas,
dándoles un formato teatral, permitiendo el diálogo y el enfrentamiento entre
las partes y la caracterización de los personajes a través de las máscaras.
Estas novedades atrajeron al público en general, aumentando significativamente
lo que hoy llamamos “share” o “cuota de pantalla”.
Solón, amigo de ver, oír y aprender (aunque ya fuera viejo),
asistió a uno de los dramas que representó Tespis y cuando acabó el espectáculo
se acercó para saludarle y para preguntarle por qué no se avergonzaba de haber
acumulado tanta mentira en aquella obra; a lo que respondió Tespis que no había
nada de malo en que se dijesen mentiras por y para el entretenimiento del
público. Muy enfadado, solón repuso que “aplaudiendo y dando aprecio a estos
entretenimientos, pronto nos hallaremos con ellos en los negocios y contratos”.
No erró en su predicción y lo que hoy vemos en series, películas y otras
simulaciones, pronto aparece en la vida real; primero se modela en la pantalla
y luego se ejecuta en las actuaciones cotidianas y viceversa.