Nos molieron a palos.....
Winston Churchill se dio cuenta de que los desacuerdos no desembocan en guerra, a no ser que el otro bando piense que también puede ganar. Esa creencia en la victoria, que lleva al alzamiento, a la rebelión y al conflicto bélico, está fundamentada unas veces en la superioridad numérica, otras en el mejor armamento, otras en la supremacía tecnológica y muchas en la inestimable ayuda de la providencia, llámese Yahvé, Jehová o Alá.
770 años (desde el 722 al 1492) estuvo la península ibérica envuelta en escaramuzas, batallas, guerrillas, guerras, conquistas y reconquistas creyendo los lideres de ambos bandos que Dios estaba con ellos; como, probablemente, así lo creen la mayoría de los líderes de las naciones o facciones enfrentadas en el mundo actual. Pero en esos casi ocho siglos de disputas, el pueblo español aprendió una estupenda lección, reflejada en el saber popular, que pongo aquí, por si pudiera interesar a quien esté pensando en iniciar alguna contienda:
“Vinieron los sarracenos
y nos molieron a palos
que Dios ayuda a los malos
cuando son más que los buenos”.