el cazurro ilustrado

04 mayo 2008

Diosas, madres y contingencias.

“Lucina” era la diosa a quien se encomendaban las mujeres romanas para tener un buen parto y convertirse así en madres. Una importante mujer acudió a su templo durante el embarazo y con gran devoción rogó a la diosa un feliz parto, pero al tiempo de parir las complicaciones obstétricas acabaron con su vida. Sus familiares prendieron fuego al templo, porque los romanos se encomendaban a los dioses en caso de necesidad y si ellos no los socorrían, les derribaban los templos y cambiaban sus devociones a otros dioses. Y es que ser madre vivípara es tarea complicada que implica diversas contingencias como la elección del padre (para que una especie sobreviva sólo es necesario un pequeño número de padres para fertilizar a las hembras, pero todas las hembras son necesarias), la cópula en periodos fértiles (de los millones de espermatozoides, uno tiene que llegar en el momento y el lugar adecuado) , nueve meses de embarazo (con riesgos de abortos espontáneos, sangrados vaginales, cólicos abdominales.....) y un parto (vueltas de cordón, parto de nalgas, parto con feto muerto..) salvo en las madres adoptantes. Si hasta aquí ha habido complicaciones, éstas no son nada si miramos hacia delante. Múltiples cuidados y preocupaciones torturan el corazón de una madre, vigilancia para su adecuado desarrollo, afán para su correcta educación, disgusto ante comportamientos disfuncionales, congojas para darles todo lo mejor e inmenso dolor si sufre o muere alguno. Quizás por esto la palabra madre se usa para magnificar a cualquier otra: “la madre iglesia”, “la madre naturaleza”, “ la madre tierra”, “ la madre de todas las batallas”, “ la madre patria”, “ la madre coraje” y hasta “la madre del cordero”. Pero, puestos a elegir madre, existe una que posee todas las supremas virtudes y por la que, como los romanos, quemaríamos los templos con sus dioses dentro sin con ello consiguiéramos tenerla siempre con nosotros: es aquélla de quien es hijo o hija el que está leyendo esto ahora.
(Esto lo escribí para el diario "La Crónica de León" y sale publicado hoy con el título "A todas ellas: visicitudes de ser madre")

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