el cazurro ilustrado

07 enero 2008

Estéril busqueda de la felicidad.


Hacemos coincidir los dos sorteos de lotería más populares (el de navidad y el de “el niño”) con el final del año y el inicio del siguiente, en los que la mayoría de la gente participa con la esperanza de que el azar cambie el rumbo de su existencia y se encamine hacia la felicidad que se consigue con el dinero. Pero las investigaciones realizadas con los ganadores de loterías ponen de manifiesto que después del júbilo inicial, la felicidad que sentían no aumentaba, entre otras cosas porque el placer que conseguían en las actividades cotidianas antes de que les hubiera tocado, resultaba bastante menos placentero.
Los que no nos vimos agraciados, solemos consolarnos con el socorrido “ al menos tenemos salud”, como si la salud fuera el máximo exponente de la felicidad. Una vez más, distintas investigaciones demuestran que la salud no equivale a la felicidad, ya hay gente sana que no es feliz y hay personas que están muriéndose y son felices.
Si no es el dinero ni la salud lo que hace felices a la gente, tendremos que buscar la felicidad en otros sitios; así, algunos la buscan en los psicofármacos o en cualquier sustancia que altere su consciencia, otros en las religiones, otros en las ideologías y algunos en los estúpidos manuales de autoayuda.
Búsquese donde se busque es altamente probable que no se encuentre, porque pasa con ella como con cualquier cosa que perdemos: mientras mas las buscamos menos la encontramos, pero si nos ponemos a buscar cualquier otra cosa, entonces aparece ( caso de existir).

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