¿PASAR PÁGINA O CAMBIAR DE LIBRO?
Hoy, 23 de abril, tenemos tantas cosas que celebrar que
nadie recuerda aquellas que tenemos que llorar. Se conmemora el día de Aragón,
en honor a su patrón, San Jorge, muerto el 23 de abril de 303. En Cataluña se
celebra la Diada de Sant Jordi, día de los enamorados, en el que se regalan
libros y flores. En Alemania festejan el “ día de la cerveza” en recuerdo de la
“ley de la pureza” , decretada por Guillermo IV de Baviera el 23 de abril de
1516, que establecía que la cerveza sólo se podía elaborar con tres
ingredientes: agua, malta de cebada y lúpulo. Se homenajea al libro, dado que
en un día como hoy nació y murió William Shakespeare ( 23 de abril de 1564 - 23
de abril de 1616) y falleció Miguel de Cervantes (29 de septiembre de 1547 - 23
de abril de 1616). Es también el día de nuestra Comunidad, Castilla y León, en
recuerdo del ajusticiamiento de los comuneros Juan de Padilla, Juan Bravo y
Francisco Maldonado en Villalar de los comuneros el 23 de abril de 1521,
alzados contra Carlos I de España y V de Alemania.
En medio de esta orgía de celebraciones, nadie o pocos
hablan de San Jorge como traidor a Diocleciano; ni del monopolio cervecero de
Guillermo IV, que aumentó los precios al eliminar a otros cereales
competidores; ni de la triste muerte de Shakespeare en medio de una fuerte
fiebre en estado de embriaguez y probablemente canceroso; ni de las penas,
infortunios, lesiones permanentes y pobrezas padecidas por Cervantes hasta su
muerte; ni de los intereses ocultos de los comuneros que asaltaban los caminos,
robaban iglesias, quemaban casas, saqueaban pueblos y arrasaban cosechas para
que Antonio de Acuña , obispo de Zamora, lograra el Arzobispado de Toledo; para
que Juan de Padilla consiguiera el maestrazgo de Santiago; para que Clavero
gobernara el maestrazgo de Alcántara; para que el abad de Compludo se hiciera
con el Obispado de Zamora; para que el prior de Valladolid se asentara en el
Obispado de Palencia; para que Pedro Pimentel, Maldonado, Quintanilla, Sarabia,
el licenciado Bernardino y Cabeza de Vaca se apoderasen de las suculentas
rentas de la rebelión; para que Ramir Núñez fuera conde de Luna y Juan Bravo
conde de Chinchón. Así pues, por cada celebración tenemos varios motivos de
tribulación.
En días como este, es
aconsejable abrir un libro e, igual que
en la vida, si no te gusta lo que lees o lo que vives, en vez de pasar página, cambia
de libro.