el cazurro ilustrado

22 abril 2025

 ESPERANDO FUMATA BLANCA.

Ha muerto el Papa Francisco. Los que, como yo, nacimos en los 60 del siglo pasado, hemos sobrevivido a Juan XXIII, a Pablo VI, a Juan Pablo I, a Juan Pablo II, a Benedicto XVI y a Francisco. Todos ellos se han ido sucediendo en la silla de San Pedro y, a su muerte, se han repetido elogios parecidos y se han hecho conjeturas similares en cuanto al posible y probable sucesor.
La elección del nuevo papa, también llamado santo padre, sumo pontífice, obispo de Roma o vicario de Cristo, la llevan a cabo los cardenales, un máximo de 120 electores que no superen los 80 años, reunidos en conclave, en la capilla Sixtina.
Según la legislación eclesiástica vigente, debe ser un hombre, bautizado y soltero sin compromiso; tener como mínimo 35 años y estudios universitarios sobre Sagrada Escritura, Teología y Derecho Canónico. Es imprescindible ser elegido por el Colegio de Cardenales, con una mayoría de dos tercios de entre los cardenales electores. Entonces saldrá humo blanco al exterior y habrá nuevo papa. Biografías, anécdotas e historias sobre él inundarán los medios y, como no, ya circulan las profecías de Nostradamus que aseguran que el elegido será negro, joven y, quizás, el último antes del fin del mundo. En fin, “cosas veredes, amigo sancho, que harán fablar las piedras”.