ENTRE LA PREDESTINACIÓN Y EL CAOS.
En un mundo predestinado, la acción humana sería innecesaria. En un mundo caótico, la acción humana sería inútil. Sin embargo, entre esos dos extremos existe un margen para nuestra acción, que consiste darse cuenta de las consecuencias que tiene aquello que hacemos, de tal manera, que vamos siendo capaces de anticipar consecuencias, discriminando contingencias, hasta poder navegar entre el destino y el caos, sin naufragar.