DEL ANTRUEJO AL CARNAVAL.
Los orígenes, las causas y los motivos del Carnaval son
tantos y tan diversos cómo los autores
que se han dedicado a su explicación. Son frecuentes las alusiones a las
“Saturnales y Bacanales” romanas, pero una vez que la Iglesia decide la
sacralización de cualquier manifestación “pagana”, toma el carnaval un rumbo
diferente. Se convirtió en la antesala de la cuaresma, donde la Iglesia prohibía comer carne, no permitía los “entretenimientos”, hasta el punto que en algunos lugares “expulsaban” a las
prostitutas hasta el domingo de resurrección (¿de la carne?) y las bodas
estaban vedadas en este periodo. Así pues, con este panorama anticipado, no es
de extrañar que los montañeses se
dieran un homenaje a base de nutrientes grasos, consumiendo sin piedad aquello de lo
que iban a carecer durante cuarenta días, por orden de la autoridad eclesial
competente. Hoy a las 17 30 en Valdepiélago celebramos el Antruejo, en su recuerdo.