HABLAR A SOLAS O ESTAR SÓLO, HABLANDO.
Hubo un tiempo que si se veía a una persona hablando sola, se sospechaba que no estaba en su sano juicio. Hoy esa sospecha ya no tiene sentido porque simplemente está hablando a través de un teléfono móvil con “manos libres”, o porque “está pensando en voz alta.” Alguien, al que sorprendí en un soliloquio me explicó que “no estoy hablando a solas; estoy solo, hablando”. Bertrand Russell decía que, cuando quería hablar con alguien inteligente, hablaba con el mismo a solas. Así pues, el que no halla consuelo para sus actos, es porque no quiere.