Todos somos malos.
“Todos somos inconsiderados e imprevisores,
irresolutos, susceptibles, ambiciosos: ¿a qué ocultar con palabras suaves la
llaga pública? Todos somos malos. Así, pues, cada cual encuentra en su propio
corazón aquello mismo que reprende en otro. ¿Por qué notas la palidez de éste,
el enflaquecimiento de aquél? La epidemia está en todos. Seamos, pues, más
tolerantes recíprocamente: malos, vivimos entre malos. Una sola cosa puede
devolvernos la tranquilidad: el convenio de nuestra tolerancia. Aquel me ha
ofendido; no le he devuelto la ofensa; pero tal vez habrás ofendido ya a otro o
le ofenderás.”
Séneca:
“ De la ira”