Riqueza y desgracia.
"De que la riqueza no es la felicidad, ni la pobreza
la desgracia, se ven pruebas por todas partes. Observa cualquiera diversión en
que haya ricos y pobres, y verás que la alegría está en razón inversa del
precio de las localidades; que los que han pagado poco se divierten, y los que
se aburren y se hastían están siempre entre los que ocupan los asientos más
caros. En los paseos puedes hacer la misma observación: el aire de tristeza
suele aumentar con el precio del traje, y casi nunca se ven alegres más que los
pobres y los niños".
Concepción arenal " La cuestión social"