el cazurro ilustrado

21 septiembre 2010

El Sexto......


El fraile del que hablé en el post del 14 de septiembre, llegó al pueblo  y, una vez instalado en la casa Rectoral, fue a la Iglesia, donde tenía programado el primer sermón de aquella Semana Santa. Comenzó por   el sexto mandamiento; criticando con la mayor vehemencia a los que, olvidando sus deberes  e  ignorando la  cólera divina  y las consecuencias lamentables de tales actos, se dejan dominar por el feo vicio de la impureza. Citaba aquella visión del  profeta Jeremías  que había visto una olla hirviendo a borbotones, que ni dejaba de  espumar, ni paraba de hervir. Les decía que  aquella olla  era el vicio de la carne, que no cesa de tentarnos ni se harta de pecar, porque cuanto más se ejercita, tanto más despierta el apetito. Como epílogo, les dijo: - Y lo mas extraño es que lo mismo hacen los que tienen por mujeres a jóvenes hermosas y robustas, que ya se daría cualquiera de nosotros por muy contento si nos pertenecieran.