Donde las dan......
Un año en que la Semana santa cayó tan tarde como va a caer en 2011, un Padre capuchino se dirigió al pueblo para decir los santos oficios, en aquellas “santas misiones” que tanto soliviantaban al personal. Antes de llegar, vio a unos mozalbetes que estaban en una tierra destripando los terrones que había dejado el arado de hierro. El fraile, con ganas de conversación, le preguntó al que estaba más cerca: -chaval, ¿a dónde va este camino?. Y el muchacho, harto de la tarea ( y de los oficios), le respondió: -Ese camino no va, ¿ no ve que está quieto?. Mal le pareció al religioso la respuesta, pero hizo de tripas corazón y volvió a preguntar: ¿Cómo te llamas, muchacho?. – Yo no me llamo, sino que me llaman, respondió el chico. A disgusto con las respuestas que estaba obteniendo, en un intento de que la conversación llegara a buen fin, dijo el fraile: -¿y cómo te llaman?. –Depende –dijo el rapaz- cuando estoy cerca en tono bajo y a voces cuando estoy lejos. Aparentando normalidad, pero con gran enfado, siguió el Padre: -¿Qué estáis haciendo?. El muchacho respondió: -No estamos haciendo, estamos deshaciendo, como usted puede comprobar. Esta respuesta colmó la paciencia del cura, que se dio media vuelta diciendo: -Quedad con Dios, hijos de un cabrón. A lo que el muchacho, con una media sonrisa, contestó: - Vaya usted con Dios, Padre nuestro.