¡Felices fiestas!. Los ricos se guardan como conejos y corren como ratas.
“Cuando los mozos del pueblo quieren tener una
merienda colectiva, lo que ocurre por Navidades en que la ociosidad se impone a
los labradores bajo las grandes nevadas, preparan un carro, el mejor del
pueblo, lo adornan con ramos de hoja perenne, con colchas de colores, con
cintas y colgaduras chillonas. Cogen la más lucida pareja de bueyes, los uncen con
mullidas lujosas, les ponen collares con esquilones y, al tocar a misa, lo
llevan a la puerta de la iglesia un día de precepto, cuando nadie se queda sin
asistir: el día de Año Nuevo, el día de Reyes...Al concluir la misa se
apoderan, de grado o por fuerza, de los vecinos más ricos, los llevan
triunfalmente a sus casas y, naturalmente, por aquel servicio tienen que dar
alguna cosa, lo que tengan a bien, generalmente un duro. Como el dinero es
fruta escasa en aquellas latitudes, esos ricos, cuando ven el carro dispuesto y
la tormenta encima, se guardan como conejos, corren como ratas, escapan por
entre la nieve, que parecen corzos; pero los jóvenes, que los acechan, los
siguen, los persiguen, los atrapan, se apoderan de ellos y al carro. Los
hacendados entonces ya se dan por vencidos y transigen exteriormente por no
bogar contra una costumbre que debe de tener su entronque y sus raíces en los
neolíticos que hace bastantes años poblaban estas montañas. Interiormente
protestan siempre, y mientras más ricos, más protestan y más patalean para no
ser cogidos”.
P.
César Morán: “Datos etnográficos” 1931
En la foto conozco a Anibal,Gabriel ; Nicomedes, Antonio, Nino Tomás, Matias, Celestino, Bayón, Elias, Nano y Emilio. A nadie más.