NOS HICIERON LA PASCUA.
Hoy es Domingo de Ramos, día con el que comienza la Semana
Santa en la Iglesia Católica. Se celebra
la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, montado en un burro, pocos días antes de su crucifixión. Durante
toda esta semana se realizarán en muchas
ciudades españolas procesiones que llevarán a hombros cruentas escenas de la pasión de Cristo, para
rematar esta semana de dolor con el
Domingo de resurrección. La semana santa estuvo ligada en el mundo rural a
cumplir con las obligaciones impuestas
por las autoridades civiles, militares y religiosas a raíz del Concordato
firmado en 1953 entre el franquismo y el Vaticano. Así, el ayuno y la abstinencia,
la obligada confesión, la asistencia a viacrucis y otros actos, como velar toda la noche por turnos a imágenes tapadas
con telas moradas, la sustitución del toque de campanas por carracas que los niños tocábamos para llamar
a los distintos ritos religiosos y las terribles tinieblas y sermones con que se anunciaba el infierno,
caso de no cumplir religiosamente con
las instrucciones que se daban desde los púlpitos y los cuarteles, todo esto hizo que la
pasión de Cristo fuera también
un suplicio para el montañés y,
probablemente, para los de la llanura. El dicho
“Nos hicieron las pascua” relata
literalmente lo que pasó,
hasta que en 1979, ya en la democracia,
se firmó un nuevo concordato, más acorde con la racionalidad.