el cazurro ilustrado

04 mayo 2025

 

DÍA DE LA MADRE.

“Lucina” era la diosa a quien se encomendaban las mujeres romanas para tener un buen parto y convertirse así en madres. Una  mujer acudió a su templo durante el embarazo y con gran devoción rogó a la diosa un feliz parto, pero al tiempo de parir las complicaciones obstétricas acabaron con su vida. Sus familiares prendieron fuego al templo, porque los romanos se encomendaban a los dioses en caso de necesidad y si ellos no los socorrían, les derribaban los templos y cambiaban sus devociones a otros dioses. Si el parto  tiene lugar,  múltiples cuidados y preocupaciones torturan el corazón de una madre: vigilancia para su adecuado desarrollo, afán para su correcta educación, disgusto ante comportamientos disfuncionales, congojas para darles todo lo mejor e inmenso dolor si sufre o muere alguno. Quizás por esto la palabra madre se usa para magnificar a cualquier otra: “la madre naturaleza”, “ la madre tierra”, “ la madre de todas las batallas”, “ la madre patria”, “la madre iglesia”, “ la madre coraje” y hasta “la madre del cordero”. Pero, puestos a elegir madre, existe una que posee todas las supremas virtudes y por la que, como los romanos, quemaríamos los templos con sus dioses dentro sin con ello consiguiéramos tenerla siempre con nosotros: es aquélla de quien es hijo o hija el que está leyendo esto ahora.