¿Y QUE ES UN FILÓSOFO?
Jean-François Marmontel (1723-1799) que colaboró en la Enciclopedia francesa, describía la vida
que llevaba el matemático D’Alembert: “Era
el más jovial, el más animado y el más cordial de todos nosotros. Tras haber
dedicado la mañana a las matemáticas, salía de la casa del cristalero como un
escolar que hace novillos y no quería otra cosa que encontrarse con alguien; y
con su voz agradable y animada, y su ingenio, que era a la vez luminoso y
firme, le hacía olvidar a uno que estaba delante de un científico y simplemente
parecía un hombre amable. La fuente de esta alegría era un alma pura, libre de
pasiones fuertes, contenta consigo misma y con la felicidad de descubrir a
diario algunas verdades que coronaban su obra. A su madre no le gustaba que su
adorado Jean hubiera abandonado las leyes por las matemáticas. «Nunca serás más
que un filósofo», le dijo, «¿y qué es un filósofo? Un loco que se atormenta a
sí mismo durante toda su vida, para que la gente pueda hablar de él cuando haya
muerto”.