Pasar del bodegón al rosario y de los toros a la novena.
“Tratemos de describir a España en aquella triste
época. Los recursos del Erario agotados por completo; el ejército mermado,
falto de vestuario, de armas y hasta de alimentos; los hombres más ilustres
desterrados o mal vistos de la corte; las plazas fuertes desmanteladas y sin guarniciones;
la marina, o destrozada por los
ingleses, o al servicio de Napoleón; las costumbres pervertidas, las ideas
extraviadas y los ánimos divididos; un rey dedicado a la caza y a la iglesia,
dócil instrumento de un favorito, que deshonraba su tálamo y perdía su trono ;
un pueblo holgazán, ignorante y bullanguero, que pasaba indistintamente del
bodegón al rosario, de los toros a la novena, del ventorrillo al baile de
candil; una nobleza estúpida y corrompida, idólatra de Pepe-Hillo, Romero y
Costillares; unas mujeres, cuyas tres ramas principales eran la manola, encanto
de los aristócratas, la cortesana, amiga íntima de los abates y los soldados, y
las duquesas, inseparables compañeras de los toreros; un clero avariento y
fanático, y, por último, la Inquisición, cubriendo con sus negras alas cual
gigantesco y fatídico cuervo el hermoso sol de nuestra patria.”
E.
Rodríguez Solís “ Historia de la prostitución en España y América” Tomo II
En la foto: De pie, de izqa a dcha: Nano, Luis, David. Abajo: Nino y Elias.