el cazurro ilustrado

06 enero 2019

Engañar al público con los fingidos milagros.


“Madrid tuvo a principios del siglo, en la calle de Cantarranas (hoy de Lope de Vega), la famosa beata Clara, oráculo de la nobleza y de la plebe, "por sus extraordinarios méritos, sus curas milagrosas, su austera virtud, sus divinos dones y su increíble santidad...,,
Esta mujer, asombro de la corte y encanto de los clérigos, fue un semi-Dios hasta el día en que, despedida de su casa
una criada, la sirvienta se creyó obligada a  acudir al cura párroco de San Andrés y decirle:
—Acúseme, padre, de haber servido a la supuesta beata Clara, y contribuido a engañar al público con los fingidos milagros y profecías de mi ama, que no es tal santa, ni menos pensarlo, sino una grandísima bribona, hija de otra mucho más bribona, que come más que un lobo, bebe más que un pellejo y en vez de castigar sus carnes las baña todos los días en agua de rosas; que tiene a cada hora un amante y una francachela; que sale todos los días al anochecer fingiendo ser una señora como las que van a dejarle su oro. Yo me acuso, padre, de haber callado esta farsa por tanto tiempo, pero eran tantas y tan buenas las propinas y tan regalada la vida que tenía en la casa, que los criados de la supuesta beata lo pasábamos mejor que la mayor parte de los señores de la corte.
La Inquisición tomó cartas en el asunto, cerró la casa y abrió un proceso; pero tantas y tan grandes fueron las recomendaciones, tan altos los empeños, y tan elevadas las peticiones, que el Santo Oficio, que no tenía fama de blando, ni menos podía serlo en un asunto en que al escándalo se unía el sacrilegio, se contentó con desterrar a Toledo a la embaucadora beata.”
E. Rodríguez Solís “ Historia de la prostitución en España y América” Tomo II
Foto: NI idea de quienes son. A ver si alguien me ayuda.