Engañar al público con los fingidos milagros.
“Madrid tuvo a principios del siglo, en la calle de
Cantarranas (hoy de Lope de Vega), la famosa beata Clara, oráculo de la nobleza
y de la plebe, "por sus extraordinarios méritos, sus curas milagrosas, su austera
virtud, sus divinos dones y su increíble santidad...,,
Esta mujer, asombro de la corte y encanto de los
clérigos, fue un semi-Dios hasta el día en que, despedida de su casa
una criada, la sirvienta se creyó obligada a acudir al cura párroco de San Andrés y decirle:
—Acúseme, padre, de haber servido a la supuesta
beata Clara, y contribuido a engañar al público con los fingidos milagros y
profecías de mi ama, que no es tal santa, ni menos pensarlo, sino una
grandísima bribona, hija de otra mucho más bribona, que come más que un lobo,
bebe más que un pellejo y en vez de castigar sus carnes las baña todos los días
en agua de rosas; que tiene a cada hora un amante y una francachela; que sale
todos los días al anochecer fingiendo ser una señora como las que van a dejarle
su oro. Yo me acuso, padre, de haber callado esta farsa por tanto tiempo, pero
eran tantas y tan buenas las propinas y tan regalada la vida que tenía en la
casa, que los criados de la supuesta beata lo pasábamos mejor que la mayor
parte de los señores de la corte.
La Inquisición tomó cartas en el asunto, cerró la
casa y abrió un proceso; pero tantas y tan grandes fueron las recomendaciones, tan
altos los empeños, y tan elevadas las peticiones, que el Santo Oficio, que no
tenía fama de blando, ni menos podía serlo en un asunto en que al escándalo se unía
el sacrilegio, se contentó con desterrar a Toledo a la embaucadora beata.”
E.
Rodríguez Solís “ Historia de la prostitución en España y América” Tomo II
Foto: NI idea de quienes son. A ver si alguien me ayuda.