el cazurro ilustrado

03 diciembre 2018

Día de la discapacidad: Malos tiempos para la divertad


Si queremos  cambiar las prácticas sociales establecidas, con las que no estamos de acuerdo y que son injustas,  debemos  empezar por el análisis de las consecuencias que las están manteniendo y que no son otras que las contingencias de reforzamiento de la conducta de los individuos que forman el grupo y la organización de referencia. Si queremos establecer nuevas prácticas habremos de asegurar las consecuencias que las mantengan. Somos contrarios a la guerra, pero dejamos que trabajen los arsenales; combatimos el alcoholismo, pero las destilerías hacen toda su producción; luchamos contra el analfabetismo, pero mantenemos a los niños y a los adultos en la ignorancia de todas las cosas esenciales; negamos la discriminación, pero nos apartamos del diferente; nos revelamos contra el consumismo, pero pasamos las tardes en las superficies comerciales comprando cosas innecesarias; criticamos a la televisión-basura, pero conocemos cada uno de sus programas; odiamos que nos rechacen por alguna de nuestras características, pero rechazamos según nuestros prejuicios, que no son pocos, y así un sin fin de contradicciones rigen nuestra vida personal y social.
Se nos llena la boca  hablando de inclusión, pero lo único que ofrecemos  son actividades o “intervenciones tendentes a re-ordenarles” ya que su problema es el estar fuera-de-orden, suponiendo que están fuera de las mejores condiciones que la propia sociedad pueda ofrecer y, sea por lo que sea, se está fuera de ellas. La problemática se da por entero en el plano de ser o no ser de la sociedad de la que, sin embargo, se forma parte y se es de ella para lo que tenga de mejor: respeto, reconocimiento, tolerancia, recursos y oportunidades. Pero a los niños (lo más querido) se les maltrata. La juventud es un divino tesoro a condición de que no se salga del tiesto. A la mujer se la venera y maltrata a la vez. Llegar a viejo es una legítima aspiración que puede ser lamentable. Las minorías siguen siendo los otros y a los “diversos funcionales” se les asiste unas veces y se les margina la mayoría de ellas. Corren malos tiempos para la divertad (libertad y  dignidad en la diversidad).