el cazurro ilustrado

14 mayo 2025

 

EL PRADO ESTÁ MOJADO.

 Aunque las  segadoras mecánicas, movidas por tracción animal, habían sido inventadas  a mitad del S.XIX, la primera que se vio por esta montaña fue adquirida por un paisano de la Mata de la Bérbula.  El artilugio se convirtió   en un espectáculo que los niños y no tan niños  iban ver, cada  vez que el dueño tenía que segar hierba. La máquina  amenazaba con acabar con la guadaña, usada desde la revolución agrícola para  segar la hierba.

El caso es que  el innovador paisano no era   experto en el   manejo de aquella máquina. La pareja de vacas tiraba de la segadora que, al girar las ruedas, hacía que se movieran las cuchillas que cortaban  la hierba. La  pareja de vacas era guida por  uno de  sus mejores amigos. Las cuchillas se embozaban. La pareja de vacas se salía del trazado del marallo;  al llegar al final del prado tenía d dificultades para levantar el peine y dar la vuelta, a lo que se añadía el nerviosismo provocado por  verse observado por un montón de ojos. Muy enojado, le gritó  a su amigo, que “llamaba” la pareja de vacas: “cuando lleguemos al final del marallo, quiero que las vacas paren en seco, ¿me has oído bien? ¡Qué paren en seco!”.  A lo que su amigo contestó, para que todo el mundo lo oyera: “¿Cómo querrá este hombre que las  vacas paren en seco, cuando el prado está mojado?