MONTAR UN FOLLÓN O FOLLAR UN MONTÓN.
La juventud que provocó las revueltas en mayo de 1968 en
París hizo suyo el eslogan “Haz el amor y no la guerra” que se había usado en
EE.UU. en 1965 contra la guerra del Vietnam.
Esta consigna, asociada el movimiento hippie,
es utilizada por los movimientos pacifistas y los movimientos anti sistema en todo del mundo,
reivindicando el pacifismo y el antimilitarismo, pero también hace referencia a
la liberación sexual, que comenzó en el mundo accidental en la segunda mitad el S. XX, para desafiar los rancios
códigos de la moral imperantes en el comportamiento sexual humano.
Hoy sigue siendo una de las divisas de aplicación necesaria ya que sigue habiendo guerras,
sobre todo arancelarias, y una parte de
la liberación sexual está por hacer.
Al lema “Haz el amor,
no la guerra”, se le puede añadir el retruécano: “ en vez de montar un follón,
follar un montón”.
Como puede apreciarse, el orden de la descripción de las contingencias lleva a resultados totalmente opuestos. Un aspirante a fraile le preguntó al Padre Prior si podía fumar mientras rezaba y fue severamente reprendido por irreverente; otro aspirante, más avispado, le pidió permiso para rezar mientras fumaba; no sólo obtuvo licencia para hacerlo, sino que el prior vio en él madera de Santo.